El Consejo de Estado dejó sin efecto la elección de Rafael Martínez como gobernador del Magdalena. El proceso derivó en su salida inmediata y el nombramiento provisional de Ingris Padilla como mandataria encargada.
El martes 30 de julio quedó ejecutoriado el fallo del Consejo de Estado que anuló la elección de Rafael Martínez, argumentando doble militancia. El tribunal concluyó que el exmandatario apoyó a candidatas de un partido distinto al suyo, infringiendo normas electorales.
Ese mismo día, la Gobernación expidió el decreto 293, el cual formalizó la falta absoluta en el cargo e instaló a la entonces secretaria del Interior, Ingris Padilla, como gobernadora encargada. El documento fue firmado al final de la tarde, dejando clara la inmediatez del relevo.
Padilla asumirá funciones mientras el presidente Gustavo Petro designa un gobernador provisional y se convoca a elecciones atípicas. Hasta entonces, será la responsable de mantener la operatividad institucional del departamento.
Mensaje político tras la salida
Pocas horas después de oficializarse su salida, Martínez publicó un video dirigido a la opinión pública en el que atribuyó la decisión judicial a maniobras políticas. “No nos vencieron, nos intentan sacar del camino del cambio”, expresó con tono desafiante.
En su intervención, agradeció el respaldo de sus votantes y defendió la gestión realizada junto a Carlos Caicedo. Reafirmó su convicción de seguir impulsando su proyecto político fuera del despacho de la Gobernación, asegurando que su lucha no se detiene con un fallo judicial.
“Seguiremos luchando por una Magdalena digna. Las credenciales se quitan, las causas no”, concluyó, en alusión directa a lo que consideró una persecución por parte de sectores tradicionales.
Ingris Padilla toma el timón
La designación de Ingris Padilla marca el inicio de una nueva etapa en la administración departamental. Como gobernadora encargada, deberá garantizar la estabilidad del gobierno y la continuidad de los proyectos que venían en marcha.
Padilla, cercana al equipo político de Martínez, asume el reto en medio de un clima de tensión política y expectativa ciudadana. Su rol será clave mientras se define el rumbo institucional en el corto plazo.
El Gobierno Nacional tiene ahora la tarea de nombrar un mandatario encargado y fijar la fecha de las elecciones que permitirán a los magdalenenses elegir a su nuevo líder en propiedad. El tablero político del Magdalena, por ahora, vuelve a moverse.

