Dos hombres fueron asesinados a tiros en zona rural del municipio de Zona Bananera. El hecho generó preocupación entre los productores agrícolas, quienes denuncian amenazas y extorsiones por parte de grupos armados ilegales.
El crimen ocurrió en la tarde del sábado en la vereda Carital, corregimiento de Río Frío, cuando hombres armados interceptaron y asesinaron a Juan Manuel Miranda Durán, un reconocido productor de banano, y a José Urdaneta, ciudadano venezolano que trabajaba como su ayudante. Ambos recibieron múltiples disparos y murieron en el lugar de los hechos.
Miranda, también conocido como ‘Chocho’, era afiliado a la cooperativa Banafrucoop y cultivaba en la finca Dolores. Las autoridades aún no han establecido las circunstancias exactas del ataque, pero testigos afirman que los agresores se movilizaban en motocicleta.
Gremio bananero alza la voz
Tras el asesinato, la Asociación de Bananeros de Colombia (Augura) emitió un comunicado en el que rechaza el doble homicidio y exige al Gobierno Nacional mayores garantías de seguridad para los trabajadores del campo.
“El asesinato de Juan Manuel Miranda y su ayudante es una muestra más del clima de violencia que enfrentan nuestras comunidades rurales. Es urgente que se tomen medidas contundentes para frenar las amenazas y extorsiones que padecen los productores”, señaló el gremio.

Extorsiones bajo investigación
Aunque no se ha confirmado oficialmente el móvil, fuentes cercanas indican que Miranda habría sido blanco de amenazas por parte de grupos criminales que cobran extorsiones a quienes cultivan en la región. Estas presiones ilegales se han convertido en un flagelo cotidiano para los campesinos de la Zona Bananera.
El temor se ha extendido entre los trabajadores agrícolas, quienes ven cómo la criminalidad pone en riesgo no solo su seguridad, sino también la estabilidad de sus familias y el desarrollo económico de la región.
Acciones de las autoridades
La Policía del Magdalena informó que ya se adelantan las investigaciones para identificar y capturar a los responsables del ataque. También se analizan posibles vínculos del crimen con estructuras delictivas que operan en el norte del departamento.
En medio del luto y la indignación, los habitantes de la vereda Carital y gremios productivos esperan respuestas concretas. Las voces desde el campo coinciden en que sin seguridad, no es posible trabajar ni vivir con tranquilidad.

