Una declaración explosiva de Abelardo de la Espriella, en la que promete “destripar” a la izquierda si llega al poder, provocó una reacción inmediata del presidente Gustavo Petro, quien pidió a la Fiscalía y a Estados Unidos abrir una investigación por incitación al odio.
El abogado y precandidato presidencial Abelardo de la Espriella generó una tormenta política luego de emitir una serie de declaraciones cargadas de amenazas hacia sectores de izquierda en Colombia. Durante una entrevista en radio, De la Espriella afirmó que, si alcanza la Presidencia en 2026, su misión será “destripar” a la izquierda, lo que ha sido interpretado por muchos como un llamado abierto al odio y la violencia política.
Frente a la gravedad del discurso, el presidente Gustavo Petro reaccionó solicitando formalmente a la Fiscalía General de la Nación y a autoridades judiciales de Estados Unidos que investiguen a De la Espriella por incitación al odio contra un grupo político.
“Estas amenazas constituyen un crimen contra la humanidad. Se está incitando a la violencia por razones ideológicas”, publicó Petro en su cuenta de X.
Tensión tras el fallo contra Uribe
El estallido del conflicto verbal se produjo justo después del fallo judicial que declaró culpable al expresidente Álvaro Uribe en el caso de soborno a testigos. En respuesta, De la Espriella, defensor del uribismo, salió en su defensa y arremetió contra la izquierda, el Gobierno, las Farc y figuras como Ernesto Samper.
Ataques verbales sin filtros
“Falta ver solamente a Samper ponderando sobre lo divino y lo humano, impune después de haber sido financiado por el narcotráfico”, expresó De la Espriella, quien también llamó a Petro “exguerrillero” y tildó de “criminales de lesa humanidad” a exintegrantes de las Farc que hoy ocupan curules en el Congreso.
Una amenaza directa que generó temor
La frase que más polémica causó fue contundente: “Esto no va a quedar así y sepan ustedes, señores de la izquierda, que en mí tendrán un enemigo acérrimo que hará todo lo que esté a su alcance para destriparlos”. Esta declaración generó rechazo en amplios sectores políticos, que la consideraron una amenaza directa y peligrosa.
Solidaridad con la justicia colombiana
Además de su denuncia local, Petro solicitó apoyo a jueces y funcionarios judiciales estadounidenses, manifestando su preocupación por lo que considera un ataque a la institucionalidad judicial. “Le pido a las asociaciones de jueces de EE. UU. solidarizarse con la justicia colombiana, hoy agredida por discursos de odio amparados por intereses políticos”, dijo el presidente.
Respuesta desafiante de De la Espriella
Lejos de retractarse, De la Espriella duplicó su retórica desafiante: “Mi nombre es Abelardo De La Espriella, y he venido a enfrentarte, a derrotarte y a hacerte pagar por todas tus fechorías, con la fuerza de la Constitución y el poder de la ley”. Su tono beligerante no disminuyó, y aseguró que su aspiración presidencial será una cruzada contra el actual mandatario.
Ecos internacionales del escándalo
El conflicto escaló al plano internacional cuando el senador estadounidense Marco Rubio defendió a Uribe y acusó a la justicia colombiana de estar “politizada”. Su mensaje fue replicado por la embajada de EE. UU. en Colombia, desatando nuevas críticas por parte del Gobierno Petro.
Petro rechaza intromisiones extranjeras
“Solicito a la embajada de EE. UU. abstenerse de intervenir en los asuntos judiciales de Colombia. Nuestra justicia debe ser respetada”, dijo el mandatario en un mensaje dirigido a Washington, reforzando su rechazo a lo que considera una injerencia externa.
El episodio dejó al descubierto un clima político altamente polarizado. Mientras sectores afines al Gobierno condenan las declaraciones de De la Espriella como peligrosas e inaceptables, sus simpatizantes lo defienden como una voz firme contra lo que consideran un “Gobierno ilegítimo”. El debate está abierto, y las tensiones siguen en aumento a medida que se acercan las elecciones de 2026.