Una mujer denunció que su hijo, diagnosticado con osteogénesis imperfecta, permanece en condiciones precarias dentro del Hospital Universitario Julio Méndez Barreneche de Santa Marta, después de una cirugía reciente.
El menor, en lugar de recibir una camilla o un espacio apropiado para recuperarse, terminó en el suelo junto a su madre.
“Estamos literalmente tirados en el piso, como si no importara que se trata de un niño frágil, con una condición delicada que exige cuidados especiales”, manifestó con indignación.
La familia no acude al centro médico por elección. Allí trabaja el único ortopedista pediátrico disponible en la ciudad, lo que convierte al hospital en la única opción para continuar con el tratamiento del niño.
“No estoy aquí por gusto, sino porque es la única opción que tenemos para su tratamiento”, recalcó.
Ante el caso, quedó en evidencia la carencia de sensibilidad frente a pacientes en condición de vulnerabilidad. A su juicio, lo ocurrido es un retroceso en la garantía del derecho a la salud.
“No es justo, no es humano y no es aceptable que en un hospital público sucedan estas cosas”, cuestionó.
En sus palabras, el niño merece cuidado y respeto, no un piso frío como espacio de recuperación. “Mi hijo merece respeto, merece cuidado y merece un lugar adecuado para su recuperación”, agregó con firmeza.
Por último, la madre afirmó que decidió hacer pública la denuncia con el fin de que la Secretaría de Salud y la administración del hospital adopten correctivos inmediatos que eviten la repetición de lo que calificó como un hecho inhumano.
“No somos números, somos seres humanos, y mi niño necesita con urgencia un trato digno y humano”, concluyó.