Luz verde a los viaductos: Gobierno obtiene aval ambiental que destraba megaproyecto vial entre Ciénaga y Barranquilla

La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales expidió la resolución 001734 del 21 de agosto de 2025 que permite construir dos viaductos de 5 y 3 kilómetros en el corredor Ciénaga–Barranquilla, paso decisivo para enfrentar la erosión marina y asegurar la movilidad del Caribe.

El Gobierno obtuvo la licencia ambiental tras la evaluación técnica de los estudios del Invías, con lo que el proyecto pasó de la etapa de trámite a la de ejecución.

Las estructuras se ubicarán en los tramos más comprometidos por el avance del mar y estarán diseñadas para operar sobre pilotes, reduciendo la presión directa sobre la franja costera.

Foto: Invías

“Es un paso decisivo para conectar al Caribe y proteger un ecosistema único”, afirmó la ministra de Transporte, Mafe Rojas, al confirmar el aval.

De la contención temporal a la solución definitiva

Mientras arranca la construcción, el Invías mantiene enrocados multicapas y refuerzos en puntos críticos para sostener la transitabilidad del corredor.

“Cumplimos cada exigencia de la autoridad ambiental tras un estudio integral de la Ciénaga Grande”, dijo Jhon Jairo González, director (e) de Invías, al subrayar el rigor del proceso.

El tránsito seguirá garantizado con esas obras temporales, en tanto los viaductos asumen el rol de solución estructural frente a la erosión costera y a los eventos de mar de leva.

Inversiones, cronograma y beneficios

El paquete de intervenciones incluye la variante de Ciénaga, con un avance del 90 % y entrega prevista para septiembre de 2025, que sacará el tráfico pesado del casco urbano y reducirá siniestralidad.

La doble calzada Barranquilla–Ciénaga continúa bajo el contrato con el consorcio Ruta Magdalena Sierra Mar; la inversión estimada para los tres viaductos proyectados ronda los 700.000 millones de pesos y la variante supera los 374.000 millones.

Según proyecciones del sector, las obras beneficiarán a más de 970.000 habitantes y generarán cerca de 3.850 empleos directos durante la construcción, además de mejoras en competitividad y tiempos de viaje.

Salvaguarda del ecosistema y participación social

El componente ambiental contempla revegetalización, rescate de fauna, monitoreo permanente de calidad de agua y control de emisiones de maquinaria.

Habrá mesas de trabajo con autoridades y comunidades locales para seguir el avance y ajustar las medidas de manejo según el comportamiento del ecosistema.

“Queremos una infraestructura que respete el territorio y siente un estándar de sostenibilidad”, recalcó la ministra Rojas al referirse a la operación de los viaductos en la Ciénaga Grande.

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