La familia paterna de Antonella, la niña de tres años asesinada en Manizales, exige justicia. Piden respeto por su memoria y que no se difundan imágenes del trágico momento. Mientras tanto, su madre, Silvana Torres, permanece bajo custodia y podría pagar con décadas de cárcel por el crimen.
Una joven madre de aproximadamente 22 años confesó haber asesinado a su hija de tres, tras un ataque de ira en su apartamento en el barrio San Sebastián de Manizales. Silvana Torres, identificada como la responsable, enfrenta cargos por homicidio agravado contra menor de 14 años, un delito que en Colombia puede ser sancionado con hasta 50 años de prisión.
Las autoridades llegaron a la vivienda alertadas por vecinos que escucharon gritos y el llanto desgarrador de una niña. La pequeña, aún con signos vitales, fue trasladada al Hospital Universitario de Caldas, pero murió en urgencias por las graves heridas en su cuello.
Según el comandante de la Policía Metropolitana de Manizales, coronel Dave Anderson Figueroa, “la madre atacó a su hija con un arma blanca y luego intentó hacerse daño. Fue atendida en un centro médico, donde permanece bajo custodia policial”.
Confesión en medio de crisis emocional
Silvana fue llevada inicialmente a la clínica Ospedale, donde se constató que sus lesiones eran superficiales. Luego, en una clínica de salud mental, admitió haber actuado “fuera de control”. “Me llené de rabia, me fui para la cocina, tomé un cuchillo y lo hice. No podía más”, confesó al personal médico.
El crimen ha sacudido a la opinión pública no solo por su brutalidad, sino por el testimonio de la propia agresora, quien, según los psiquiatras que la evalúan, se encuentra en un estado de crisis emocional profunda. No obstante, la Fiscalía argumenta que eso no la exime de responsabilidad penal.
Reacciones de la familia y rechazo ciudadano
La familia paterna de la menor rompió el silencio con un comunicado en el que claman por justicia. “Nos han arrebatado a Antonella de la forma más cruel. Pedimos respeto por su memoria. No compartan videos ni fotos de su último momento”, solicitaron.
Varios videos que circularon en redes sociales muestran a vecinos del sector intentando agredir a Silvana mientras era llevada en una camilla por los paramédicos. “¡Déjenla morir! ¡Merece lo mismo!”, se escucha entre los gritos de la multitud.
El ICBF ya inició acompañamiento psicológico a los familiares de Antonella y condenó con firmeza lo ocurrido. “Esto no puede repetirse. Como país debemos actuar frente a los signos de alerta y atender el deterioro de la salud mental y la violencia en el hogar”, expresó Astrid Cáceres, directora del Instituto.
Un caso que expone una crisis estructural
El proceso judicial contra Silvana Torres está en curso. La Fiscalía prepara la audiencia de imputación de cargos y solicitud de medida de aseguramiento. Los investigadores han recabado pruebas que podrían confirmar premeditación, lo que agravaría aún más su situación penal.
Entretanto, la ciudad de Manizales vive días de luto e indignación. La muerte de Antonella, una niña descrita por sus allegados como alegre y cariñosa, ha abierto un debate nacional sobre la salud mental materna, los vacíos institucionales y la protección efectiva de la niñez.