Once personas, entre ellas cuatro menores de edad, resultaron heridas luego de que un taxista en estado de embriaguez las arrollara en el barrio Santa Rita, sur de Bogotá. Dos de las víctimas siguen en estado crítico y un menor fue diagnosticado con muerte cerebral.
Un juez de control de garantías dictó medida de aseguramiento en centro carcelario contra un taxista que el pasado 8 de noviembre protagonizó un grave accidente en el barrio Santa Rita, localidad de San Cristóbal. El hombre conducía bajo los efectos del alcohol y a alta velocidad cuando perdió el control del vehículo y atropelló a once personas que se encontraban en una esquina del sector.
De acuerdo con la Fiscalía General de la Nación, entre los heridos hay cuatro menores de edad, uno de los cuales fue diagnosticado con muerte cerebral. Otros dos adultos permanecen en condición crítica en hospitales del sur de la ciudad.
Testigos relataron que el taxi avanzaba de forma errática antes de invadir el andén y estrellarse contra la fachada de una vivienda. El impacto causó daños materiales y sembró el pánico entre los residentes de la zona.
Los exámenes del Instituto Nacional de Medicina Legal confirmaron que el conductor registraba grado tres de alcoholemia, el nivel más alto establecido por la normativa colombiana. Esta evidencia reforzó la acusación de la Fiscalía por homicidio en grado de tentativa y lesiones personales dolosas agravadas.
Durante la audiencia, el procesado aceptó los cargos y manifestó arrepentimiento por lo ocurrido. Sin embargo, el juez consideró que el riesgo de reincidencia y el desprecio por la vida demostrados en su conducta justificaban la detención en un centro penitenciario.
La Dirección de Tránsito de la Policía informó que el taxista acumulaba más de diez comparendos previos por infracciones viales, entre ellas exceso de velocidad y maniobras peligrosas, lo que evidenciaría un patrón de comportamiento temerario al volante.
Las víctimas fueron trasladadas a distintos centros médicos donde reciben atención especializada. Según la Secretaría de Salud, la menor de 12 años que sufrió trauma craneoencefálico grave presenta una evolución estable, mientras que otros heridos permanecen bajo observación.
La Fiscalía reiteró que conducir en estado de embriaguez constituye un delito penal cuando se pone en riesgo la vida de terceros y aseguró que este caso servirá como precedente para fortalecer las sanciones contra quienes manejan bajo los efectos del alcohol.