Sandra García fue ultimada fuera de una vivienda en la Zona Bananera. Viajó desde Santa Marta con la intención de pasar unos días fuera, pero su estadía terminó en tragedia.
Sandra García, de 43 años, salió de su casa en el barrio Pescaíto de Santa Marta el pasado jueves. Iba a pasar el fin de semana en Guacamayal, corregimiento de la Zona Bananera, donde una amiga la esperaba. A su familia le prometió que regresaría en dos días.
Cinco días después, el lunes en la mañana, fue asesinada frente a una vivienda del barrio San Miguel. Estaba sentada fuera de una vivienda cuando fue atacada con arma de fuego. El hecho dejó consternada a la comunidad local, que poco sabía de la presencia de la víctima en el pueblo.
La mujer no alcanzó a ser trasladada a un centro asistencial. Murió en el lugar debido a la gravedad de las heridas. Hasta ese momento, no había sido identificada por las autoridades del Magdalena.
Las autoridades indagan los móviles del crimen
Tras confirmar la identidad de la víctima, la Policía comenzó a reunir información sobre los días previos al crimen. Según testigos, Sandra se encontraba hospedada en la vivienda de una conocida desde su llegada el jueves anterior.
Aunque no tenía antecedentes judiciales ni anotaciones en bases de datos criminales, su asesinato ha sido catalogado como un caso de homicidio selectivo, debido a la forma en que se cometió y al perfil del ataque.
Funcionarios a cargo de la investigación no descartan que García haya estado involucrada, directa o indirectamente, en asuntos que la expusieron a un posible conflicto personal o con estructuras delictivas de la región.
El testimonio de la amiga será clave
La mujer que recibió a Sandra en su casa ya fue entrevistada por las autoridades. Se busca establecer a quiénes vio la víctima, qué actividades realizó durante su estadía y si manifestó sentir temor o presentía algún riesgo.
El celular que tenía en su poder fue incautado y será sometido a análisis forense. Peritos intentan rastrear contactos, llamadas y mensajes que puedan aportar a la reconstrucción de los hechos.
Hasta el momento, no hay capturas ni sospechosos plenamente identificados. Sin embargo, investigadores afirman que el caso no se encuentra cerrado y se han activado varias líneas para profundizar en los posibles móviles.
Una familia marcada por el dolor
La muerte de Sandra ha dejado un profundo vacío en su familia, especialmente en su hija, quien fue la última persona en verla con vida. Pese a que esperaban su regreso el fin de semana, no volvieron a saber de ella hasta recibir la noticia del homicidio.
En Santa Marta, sus seres queridos exigen justicia y claridad sobre lo ocurrido. Consideran que la mujer no tenía enemigos conocidos y que su asesinato debe esclarecerse para evitar que quede en la impunidad.
Por ahora, el caso se encuentra en manos de la Fiscalía, que continúa recopilando pruebas y declaraciones. El nombre de Sandra García se suma a una lista creciente de víctimas que enlaza a Santa Marta con municipios del Magdalena, bajo un manto de violencia que no cesa.