A los 106 años murió José María Acevedo Alzate, fundador de Haceb y símbolo del espíritu emprendedor antioqueño. Su vida, marcada por la humildad, el trabajo y la innovación, transformó la manera en que Colombia equipa sus hogares.
El país despide a don José María Acevedo, uno de los empresarios más influyentes de la historia industrial de Antioquia. Su fallecimiento se produjo la noche del lunes 28 de octubre, según confirmaron fuentes cercanas a su familia, en medio de una ceremonia privada en Medellín.
La noticia causó conmoción entre empresarios, empleados y ciudadanos que vieron en él un ejemplo de disciplina y perseverancia. Aún no se han revelado las causas del deceso, pero allegados señalaron que, pese a su avanzada edad, se mantuvo lúcido y atento al desarrollo de su empresa hasta sus últimos días.
Haceb, la compañía que fundó hace 85 años, lamentó su partida con un comunicado que evocó su historia: “En la memoria de colaboradores y aliados quedará el recuerdo de don José, un hombre hecho a pulso que emprendió su empresa, movido por la necesidad de apoyar a su familia ante la precipitada muerte de su padre”.
De vendedor de naranjas a pionero industrial
Nacido en Medellín en 1919, José María Acevedo creció en un entorno modesto, en una época de crisis y cambios sociales. No terminó la primaria, pero su curiosidad lo llevó a aprender de manera empírica los secretos de la electricidad y la mecánica.
A los 10 años vendía naranjas en las calles de la ciudad. Más tarde, consiguió empleo en un taller de reparaciones eléctricas, donde descubrió su pasión por arreglar lo que otros daban por perdido. “Empecé a tener una fama de que lo que yo hacía no tenía que volverse a arreglar”, recordó en una entrevista años atrás.
Ese talento autodidacta lo llevó a fundar en 1940 el Taller Eléctrico Medellín, germen de lo que más tarde se convertiría en Industrias Haceb, empresa que marcaría un antes y un después en la fabricación de electrodomésticos nacionales.
El nacimiento de una marca que hizo historia
En la década de 1960, su pequeño taller se transformó en una empresa consolidada. El nombre Haceb —acrónimo de Hogar, Confort, Electricidad, Bienestar— se volvió sinónimo de calidad en los hogares colombianos. Desde su planta en Copacabana, al norte del Valle de Aburrá, la compañía expandió su producción de neveras, estufas, lavadoras y otros electrodomésticos.
Bajo su liderazgo, Haceb apostó por la innovación y la formación técnica de sus empleados, convirtiéndose en un referente del desarrollo empresarial con enfoque humano. Don José repetía una frase que resumía su filosofía de vida: “Cuando uno no tiene la oportunidad de estudiar, queda condenado a estudiar toda la vida.”
Su visión trascendió generaciones. Haceb pasó de ser un taller artesanal a una compañía con presencia en 26 países, que hoy emplea a más de 3.500 personas y mantiene viva la cultura de aprendizaje que él promovió.
Un legado que seguirá encendido
Hasta bien entrada su vejez, don José continuaba visitando las instalaciones de la empresa en su icónico Renault 4 blanco, vehículo que se convirtió en parte del imaginario de Haceb. “Día tras día, don José viajó desde su casa en Medellín hasta Copacabana, donde realizaba su recorrido cotidiano en su ‘pichirilo’, un Renault 4 sin puertas y especialmente adaptado según sus especificaciones”, recordó la compañía en su comunicado oficial.
Su figura inspiró respeto y cariño entre los trabajadores, quienes lo consideraban un maestro más que un jefe. Su presencia simbolizaba constancia, cercanía y compromiso con el progreso de Antioquia.
El sector empresarial antioqueño también expresó su admiración. La directora ejecutiva de Fenalco Antioquia, María José Bernal, manifestó: “Gracias por tanto, don José María Acevedo. Queda su legado de trabajo arduo y de amor por Antioquia. Su ejemplo de constancia y tesón perdurará por siempre. Se va un gran referente antioqueño.”
Más que un empresario, un maestro de vida
Su historia resume el espíritu emprendedor que caracteriza a la región: empezar desde cero, aprender haciendo y trabajar con propósito. La filosofía de Acevedo no solo levantó una empresa, sino que inspiró una forma de entender el liderazgo basada en la educación continua y el respeto por el trabajador.
Durante más de ocho décadas, Haceb se consolidó como una marca de confianza para millones de hogares. Sus productos acompañaron generaciones enteras, convirtiéndose en símbolo de progreso y modernidad.
José María Acevedo falleció a los 106 años, dejando un legado de innovación, ética y ejemplo. Su vida demostró que el verdadero éxito no se mide solo en cifras, sino en la huella que se deja en las personas.

