Durante las celebraciones por el medio milenio de la fundación de Santa Marta, el Papa León XIV envió un mensaje oficial en el que reconoció la profunda herencia espiritual de la ciudad y exhortó a sus habitantes a perseverar en la construcción de una sociedad más justa y solidaria.
El Papa León XIV envió un mensaje especial a la ciudad de Santa Marta, con motivo de los 500 años de su fundación, en el que valoró su papel histórico como cuna de la evangelización en Colombia y alentó a sus ciudadanos a renovar su compromiso cristiano en el presente.
La carta, firmada en el Vaticano y leída este lunes 21 de julio por un representante de la Diócesis de Santa Marta, fue divulgada como parte de las actividades conmemorativas que se desarrollan hasta el 28 de julio. El mensaje del pontífice fue presentado en una rueda de prensa en la sede episcopal de la ciudad.
“En la gozosa conmemoración de los 500 años de la fundación de la ciudad de Santa Marta, quiero unirme a su acción de gracias al Señor por los dones recibidos en este tiempo, el primero ciertamente la fe en Jesucristo, y en ella el compromiso común por construir siempre una sociedad más justa y fraterna, junto a todas las personas de buena voluntad que nos acompañan en el peregrinaje terrenal,” expresó el Santo Padre.
En su escrito, León XIV citó a San Agustín para invitar a los fieles a una vida espiritual más consciente: “Nos pide encarecidamente crecer en el amor a lo bueno, a lo que debe quererse, a lo que nos hace mejores, y luchar contra el deseo de lo que nos hace buscar el mal y nos esclaviza, para que se trueque en bien toda nuestra vida.”
El Papa subrayó que los valores comunitarios deben surgir de una fuente trascendente: “La fuerza necesaria para construir juntos la ciudad de Dios viene de lo alto, es un don de Dios que se nos entrega como regalo y como responsabilidad. Es su Espíritu simbolizado en la imagen del agua viva, el que debe permear todas nuestras acciones, y nos toca a nosotros construir las acequias, los puentes y las redes que conforman nuestro tejido social, para que la alegría ‘corra’ por ellas, y a todos llegue la bendición de Dios.”
Asimismo, instó a la ciudadanía a superar los obstáculos sociales con unidad y humildad: “Pidamos a Nuestro Señor, la fuerza para construir juntos, para remover lo que impide nuestro progresar como pueblo y sanar aquello que hemos podido herir con nuestras actitudes egoístas. Teniendo a Dios en medio nuestra ciudad no vacilará, Él la consagra de manera que el gozo llene nuestras calles y nuestras plazas.”
El Papa León XIV concluyó encomendando a la ciudad a la protección mariana: “A la Virgen María, nuestra Madre Inmaculada, que se venera en esta querida ciudad de Santa Marta con tanta devoción, los encomiendo mientras les imparto mi Bendición Apostólica.”
La misiva fue bien recibida por la comunidad eclesial y civil, y se suma a los actos conmemorativos que resaltan no solo la historia de la ciudad más antigua de Colombia, sino su papel actual como símbolo de fe y resiliencia en la región Caribe.
