La Marina estadounidense reforzó su flota en aguas cercanas a Venezuela con un submarino de ataque y un crucero lanzamisiles, en medio de acusaciones contra el Cartel de los Soles y tensiones políticas en la región.
Estados Unidos amplió su presencia naval con el envío del submarino de propulsión nuclear USS Newport News y el crucero USS Lake Erie. Ambas naves se suman a destructores y unidades anfibias ya desplegadas en el Caribe.

Fuentes militares citadas por agencias internacionales confirmaron que el movimiento busca aumentar la presión sobre las redes de narcotráfico que operan en la zona. “Nuestra misión es proteger nuestras fronteras y perseguir a quienes lucran con el tráfico de drogas”, aseguró un oficial de la Marina.
La operación incluye recursos de inteligencia y patrullaje que, según Washington, permiten “cerrar el paso” a rutas marítimas controladas por organizaciones criminales.
La guerra contra el narcotráfico
El refuerzo naval forma parte de la estrategia de la administración de Donald Trump para combatir a los carteles. Autoridades estadounidenses han vinculado al gobierno de Nicolás Maduro con el llamado Cartel de los Soles, acusación que Caracas niega.
Pam Bondi, fiscal general de EE. UU., reiteró la postura oficial: “No nos detendremos hasta ver a cada jefe de cartel frente a un juez. Es una lucha que no conoce fronteras”.
Además, el despliegue se produce después de golpes recientes contra redes de narcotráfico en México y Centroamérica, en lo que la Casa Blanca considera un esfuerzo coordinado en toda la región.
Reacciones y choques políticos
El aumento de tropas y armamento despertó fuertes reacciones en América Latina. Carlos Giménez, congresista por Florida, señaló en redes: “Es la mayor presencia naval en el Caribe en décadas. El narcotráfico y sus cómplices deben saber que no hay refugio seguro”.
El congresista también cuestionó a líderes de la región que niegan la existencia del Cartel de los Soles. Sus declaraciones coincidieron con un cruce de mensajes con el presidente colombiano Gustavo Petro, quien aseguró que dicho cartel es un “invento de sectores radicales”.
Desde Caracas, Nicolás Maduro respondió en tono desafiante: “Venezuela no se somete a amenazas extranjeras. Nuestra soberanía no se negocia ni se intimida con buques de guerra”.
Escenario bajo atención internacional
Expertos advierten que el despliegue militar estadounidense podría aumentar la tensión geopolítica en el continente. Analistas de seguridad coinciden en que el movimiento tiene una doble intención: atacar el narcotráfico y enviar un mensaje de poder.
“Es una demostración de fuerza que busca frenar el flujo de drogas y, a la vez, advertir a los aliados de Maduro”, explicó un especialista consultado por medios internacionales.
La operación continuará en las próximas semanas con patrullajes constantes y monitoreo satelital. La comunidad internacional sigue de cerca los acontecimientos ante el riesgo de que la escalada militar derive en nuevos choques diplomáticos en la región.