EE. UU. despliega tres destructores en costas de Venezuela en operación contra el narcotráfico

Washington refuerza su presencia militar en el Caribe con una flota equipada con misiles guiados, mientras Caracas responde con advertencias y movilización de milicianos

En las próximas horas, tres destructores estadounidenses con sistema de misiles guiados arribarán a aguas cercanas a Venezuela. Según reveló la agencia Reuters, la operación busca frenar las actividades de organizaciones ligadas al narcotráfico en la región, consideradas por Washington como una amenaza directa a su seguridad.

La maniobra, confirmada por fuentes del Pentágono, forma parte de un despliegue mayor que incluye unidades aéreas y marítimas. El envío de los buques representa el movimiento naval más significativo de Estados Unidos en el Caribe en más de tres décadas.

Entre las embarcaciones que llegarán al área se encuentran el USS Gravely, el USS Jason Dunham y el USS Sampson, todos equipados para operaciones de vigilancia, control y, si fuese necesario, ataques de precisión.

Refuerzo militar estadounidense

El Pentágono había adelantado la semana pasada que la misión contemplaba la presencia del Grupo Anfibio de Despliegue Inmediato Iwo Jima y de la Unidad Expedicionaria de Marines (MEU). En total, unos 4.000 efectivos militares estarán listos para operar desde el sur del Caribe.

Además de los buques, la operación incluye aeronaves de inteligencia P-8, un submarino de ataque y otras naves de apoyo. El objetivo, de acuerdo con funcionarios consultados, es mantener las acciones dentro de espacio aéreo y marítimo internacional, evitando un ingreso directo a territorio venezolano.

Una fuente militar precisó que los destructores servirán tanto para labores de reconocimiento como para respaldar posibles ofensivas selectivas, en caso de que la Casa Blanca lo autorice.

Respuesta de Caracas

El anuncio generó una rápida reacción del gobierno de Nicolás Maduro. El mandatario venezolano aseguró que el país no permitirá que “ningún imperio” interfiera en su soberanía. En un discurso transmitido por la televisión estatal, afirmó que el mar y el territorio venezolanos serán defendidos “con determinación y sin concesiones”.

Por su parte, el ministro del Interior, Diosdado Cabello, subrayó que las fuerzas venezolanas también mantienen presencia en el Caribe. “Estamos desplegados en todo el mar que nos pertenece, listos para defender lo que es nuestro”, señaló durante una intervención televisada.

El líder chavista reforzó su mensaje con el anuncio de un plan para activar a 4,5 millones de milicianos en todo el país, con el fin de hacer frente a lo que calificó como amenazas “estrafalarias” de Washington.

Escenario regional e implicaciones

La operación estadounidense ha sido interpretada por analistas como una demostración de fuerza más que como una ofensiva inmediata. No obstante, la magnitud del despliegue recuerda a la intervención en Panamá en 1989, cuando tropas estadounidenses ingresaron para deponer a Manuel Noriega.

En este caso, la estrategia de Washington se enmarca en su política de presión contra los carteles del narcotráfico y en su rechazo a la administración de Maduro, a la que ha acusado en múltiples ocasiones de tolerar redes criminales en su territorio.

Con ambos países midiendo fuerzas en el Caribe, el panorama regional queda marcado por una mayor tensión diplomática y militar, con consecuencias aún inciertas para la estabilidad de la zona.

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