Condenan a 31 años de cárcel al hombre que asesinó a su pareja con 20 puñaladas en la vía entre Barranquilla-Puerto Colombia

El responsable aceptó su culpabilidad en el feminicidio y pactó un preacuerdo con la Fiscalía para recibir sentencia anticipada.

Jorge Luis Borrero Barceló fue condenado a 31 años de prisión por el asesinato de Giselle Celín Villalobos, su compañera sentimental y madre de sus tres hijos. El crimen ocurrió el 30 de diciembre de 2024, en la Vía al Mar, cuando Borrero atacó a la joven con un arma blanca, causándole la muerte con más de 20 puñaladas.

El Juzgado Segundo Promiscuo del Circuito de Puerto Colombia validó el preacuerdo al que llegó el agresor con la Fiscalía General de la Nación. En este, el acusado reconoció los hechos y colaboró con la investigación, lo que permitió agilizar el proceso judicial.

Durante la audiencia, se confirmó que el sentenciado no podrá acceder a beneficios como prisión domiciliaria y que, además, quedará inhabilitado para ejercer derechos y funciones públicas por el mismo tiempo de su condena.

Los mensajes que revelaron el crimen

Minutos después de cometer el asesinato, Borrero envió un mensaje que dejó en evidencia su responsabilidad: “Sí, no sé si la maté”, le escribió a la hermana de la víctima, Angelly Celín. A esa hora, el cuerpo de Giselle ya yacía sin vida en el kilómetro 95 de la vía nacional.

El testimonio de la madre de la víctima, Jennys Villalobos, resultó clave para reconstruir los hechos. En entrevista con El Heraldo, relató que esa mañana su hija tenía previsto ir a trabajar, pero Borrero se ofreció a llevarla en motocicleta. Aunque Giselle tenía dudas, aceptó el traslado.

Durante el recorrido, Giselle envió mensajes alertando a su madre sobre la conducta de su agresor. “Ma, ‘El Niño’ no quiere llevarme para la peluquería, no sé para dónde me lleva”, le escribió angustiada. Esa fue la última comunicación que tuvo con su familia.

Una relación marcada por el acoso

Aunque convivieron por 17 años, Giselle decidió alejarse de Borrero tras varios episodios de violencia y control. La joven denunció haber sido víctima de hostigamientos constantes, al punto de que él dejó su trabajo para vigilarla.

“Después de todo lo que pasó, ella decidió pedir una orden de alejamiento, pero él no la respetó. La perseguía, la espiaba, no la dejaba tranquila”, contó Jennys Villalobos. A pesar de la denuncia, no hubo medidas efectivas que evitaran la tragedia.

Según el relato familiar, Borrero llegó a irrumpir en la casa de Giselle sin permiso. La noche antes del crimen fue sorprendido durmiendo dentro de la vivienda, luego de haberse colado por el patio trasero. “Mi hija gritaba, me dijo que tenía miedo, que no quería irse con él”, recordó la madre.

El último trayecto de Giselle

El día del crimen comenzó con un desayuno para su hijo menor, de apenas dos años. Luego, su madre le sugirió ir a la casa de su hermana, y fue allí cuando Borrero insistió en llevarla. Tras una breve parada en el barrio Las Malvinas, el hombre desvió la ruta habitual y comenzó a conducir a gran velocidad.

A las 9:13 a.m., Giselle escribió un mensaje clave: “Mami, tengo miedo”. Jennys le pidió que llamara a la Policía, pero no hubo tiempo. A las 9:25, según el informe forense, inició el ataque mortal. Un ciudadano grabó parte de lo ocurrido y ese video, junto con los mensajes de texto, sirvieron como prueba.

“Le decía que se tirara de la moto, que se salvara. Pero ella estaba aterrada”, relató entre lágrimas su madre, quien no olvida el terror de esos minutos. Aunque las autoridades reaccionaron, ya era demasiado tarde.

El recuerdo de una víctima que quiso vivir en paz

Giselle tenía 28 años, era estilista y soñaba con una vida estable para sus hijos. Había decidido romper con el ciclo de violencia que la rodeaba, pero la falta de protección efectiva le costó la vida. Su historia volvió a poner en evidencia los vacíos en las medidas de protección para víctimas de violencia de género.

“Ella no quería seguir con él, quería rehacer su vida. Y él no soportó que lo dejara”, expresó Angelly Celín, su hermana. Ahora, la familia exige que este caso no quede solo como una condena, sino como un llamado urgente a reforzar las acciones frente al feminicidio.

Jorge Luis Borrero Barceló pasará más de tres décadas en prisión, pero para los familiares de Giselle, “nada compensa la ausencia de una hija, una hermana y una madre que solo quería vivir tranquila”.

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