Con siete impactos de bala y señales de violencia, el cuerpo de Beckerys Ospino Sanz, de 14 años, fue hallado en una vía desolada. Las autoridades manejan varias hipótesis y no descartan un feminicidio.
La madrugada del domingo, habitantes del sector que conduce de Barranquilla a Juan Mina alertaron a las autoridades tras encontrar el cuerpo de una adolescente en el kilómetro 5 de la vía. La víctima fue identificada como Beckerys Ospino Sanz, una menor de 14 años, que presentaba múltiples impactos de bala en el rostro, brazos y espalda.
Según los primeros reportes forenses, la joven no fue asesinada en el lugar donde fue hallada. Testigos aseguraron haber visto cómo desde un automóvil en movimiento arrojaban su cuerpo a un costado de la carretera. Esta versión ha llevado a las autoridades a revisar grabaciones de cámaras cercanas en un intento por identificar el vehículo y a sus ocupantes.
“La escena fue estremecedora. La dejaron tirada como si no importara”, señaló un investigador del CTI. Entre las hipótesis que se manejan, se incluyen un posible ajuste de cuentas o un crimen relacionado con violencia de género, pues personas cercanas a la adolescente revelaron que recientemente había sido amenazada por un hombre con quien sostuvo una relación sentimental.
El teléfono celular de la menor fue hallado junto a su cuerpo y ya está en poder de las autoridades, quienes esperan que este dispositivo aporte pistas clave sobre los minutos previos al crimen y posibles conversaciones con sus agresores.
Beckerys vivía sola en una habitación alquilada por su padre en el barrio Las Nubes, en Soledad. Su entorno familiar había sido difícil y se había alejado de casa tiempo atrás. Horas antes del crimen, la adolescente llamó a su padre para decirle que iba a dormir. Minutos después, una amiga del barrio lo alertó tras ver un video en redes sociales donde aparecía su hija sin vida.
“Yo hablé con ella y me dijo que iba a descansar. Al rato me llamó una muchacha llorando. Me dijo: ‘¡Su hija salió en un video, está muerta!’”, relató el padre de Beckerys en medio del dolor.
Hasta ahora no hay capturas por el hecho. La Fiscalía y la Policía siguen recopilando información para esclarecer un caso que ha dejado en evidencia la extrema vulnerabilidad de muchas adolescentes y el grave riesgo que enfrentan en entornos violentos y sin protección.