El exministro Álvaro Leyva presentó una denuncia ante la Fiscalía estadounidense contra el presidente Gustavo Petro, a quien señala de haber infringido leyes locales durante una manifestación en apoyo a Palestina realizada en Nueva York.
El 9 de octubre, Álvaro Leyva Durán, exministro de Relaciones Exteriores, formalizó ante la Fiscalía de Estados Unidos una denuncia en la que acusa al presidente colombiano Gustavo Petro de incurrir en presuntas conductas ilegales durante su visita a Nueva York. El documento, dado a conocer recientemente, solicita una investigación que determine si el mandatario vulneró normas federales al pronunciar un discurso en medio de una movilización pública.

Según la denuncia, Petro habría dirigido un mensaje a miembros del Ejército estadounidense durante una concentración pro-Palestina en Times Square, instándolos a “no obedecer órdenes injustas”. Para Leyva, ese llamado representó una posible incitación a la insubordinación dentro de una fuerza militar extranjera, lo que podría configurar una falta sancionable bajo leyes del país norteamericano.
Contexto del incidente y argumentos del excanciller
En su escrito, Leyva pide a las autoridades judiciales estadounidenses verificar si el presidente colombiano “incurrió en actos contrarios a las normas jurisdiccionales de ese territorio”. Sostiene que ningún jefe de Estado extranjero puede hacer declaraciones que interfieran en la cadena de mando militar de los Estados Unidos o en su política interna.
El excanciller recordó que el episodio ocurrió mientras Petro participaba en los eventos paralelos a la Asamblea General de la ONU, en septiembre, y que el mandatario utilizó un megáfono para dirigirse a manifestantes y miembros del servicio militar presentes en el lugar.
Además, Leyva afirma que el discurso del presidente colombiano tuvo un tono político que “buscaba confrontar directamente” al entonces mandatario estadounidense Donald Trump, lo que según él podría interpretarse como una intromisión indebida en asuntos internos de otra nación.
El documento presentado incluye una solicitud formal para que la Fiscalía General de EE. UU. analice la conducta del presidente Petro a la luz de las leyes locales y, de ser pertinente, adopte las medidas correspondientes.
Respuesta y contexto político
Desde el entorno presidencial se ha insistido en que la intervención de Petro no tuvo carácter incitador ni intención de desobediencia. Fuentes cercanas al mandatario aseguran que su mensaje fue una exhortación simbólica a la paz y a detener el uso de la fuerza en conflictos armados, particularmente en el contexto del conflicto en Gaza.
Petro, en declaraciones posteriores, aclaró que su llamado no estaba dirigido a provocar desobediencia militar, sino a sensibilizar sobre la responsabilidad ética de los soldados ante órdenes que puedan derivar en violaciones a los derechos humanos.
A pesar de estas explicaciones, la denuncia de Leyva ha generado debate tanto en Colombia como en Washington. Algunos sectores consideran que se trata de una acción política sin fundamento jurídico, mientras que otros piden tomar en serio cualquier señalamiento que involucre posibles violaciones de soberanía.
El caso quedó en manos de la Fiscalía estadounidense, que deberá decidir si existen méritos suficientes para abrir una investigación formal. Hasta el momento, no se ha emitido pronunciamiento oficial sobre el curso que tomará el proceso.

