Álvaro Uribe fue condenado a 12 años por soborno y fraude, pero seguirá libre mientras apela

El expresidente Álvaro Uribe fue sentenciado a 12 años de prisión domiciliaria por soborno en actuación penal y fraude procesal. Aunque la jueza Sandra Heredia emitió una condena contundente, el exmandatario no será privado de la libertad mientras su apelación sigue su curso ante el Tribunal Superior de Bogotá.

La jueza Sandra Liliana Heredia, del Juzgado 44 Penal del Circuito de Bogotá, condenó en primera instancia a Álvaro Uribe Vélez a 12 años de prisión domiciliaria. La decisión judicial responsabiliza al exmandatario de actuar como determinador en los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal.

El fallo también impone una multa económica de 2.420 salarios mínimos legales mensuales vigentes e inhabilita al exsenador para ejercer cargos públicos durante más de 8 años. “El material probatorio permite concluir que hubo una intención clara de alterar la verdad judicial mediante presiones sobre testigos”, señaló la jueza Heredia.

Apelación frena la ejecución inmediata

La sentencia no se ejecutará de forma inmediata debido a que Uribe y su defensa apelarán la decisión. El recurso será revisado por la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá. Según el penalista Jaime Granados, abogado del exmandatario, la decisión no afecta la presunción de inocencia: “La defensa está convencida de que este fallo será revocado. La justicia aún tiene camino por recorrer”.

Heredia basó su decisión en un documento de 1.114 páginas, que reúne testimonios y pruebas recolectadas durante más de 60 jornadas de juicio. Entre los testigos clave figuran Juan Guillermo Monsalve, Eurídice Cortés Velasco y Carlos Enrique Vélez, cuyas declaraciones resultaron determinantes para configurar la sentencia.

Un proceso que nació en la Corte Suprema

El caso contra Uribe comenzó en 2018 cuando la Corte Suprema de Justicia inició una investigación por presuntos intentos del exmandatario de influenciar testimonios en su favor. Según el expediente, Uribe habría utilizado a su abogado Diego Cadena para contactar a testigos privados de libertad y lograr declaraciones que lo desligaran del paramilitarismo.

“Es un fallo histórico que marca un precedente para la justicia colombiana”, expresó el abogado Sebastián Escobar, quien ha seguido de cerca el caso desde su origen. “No se juzga solo a un ciudadano, sino a una figura clave del poder político”.

Absueltos algunos cargos, pero sigue el proceso

La jueza aclaró que Uribe fue absuelto de dos de los cargos iniciales: el delito de soborno simple relacionado con la exfiscal Hilda Niño y otro episodio de fraude procesal ligado al caso conocido como “Pacho con Dinamarca”. No obstante, eso no afectó la gravedad de la condena impuesta por los otros hechos.

La pregunta ahora es si la apelación suspenderá por completo los efectos de la sentencia. Algunos juristas consideran que, mientras no haya decisión de segunda instancia, el exmandatario podrá permanecer en libertad. “La ejecución solo procede una vez quede en firme la decisión judicial”, explicó la abogada constitucionalista Clara Moreno.

Expectativa política y jurídica

Mientras tanto, el país permanece atento al desenlace de un proceso que ha polarizado la opinión pública. La lectura detallada del fallo se hará a las 2:00 p.m., y se espera que Uribe intervenga personalmente durante la audiencia.

Desde su cuenta en redes sociales, el expresidente reiteró su inocencia: “Nunca he buscado testigos falsos. Esta es una persecución que enfrenta mi familia y mi honra”.

El caso pasará ahora a manos de tres magistrados del Tribunal Superior de Bogotá, quienes deberán decidir si confirman la condena o revocan el fallo que ha sacudido el panorama político colombiano.

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