La detención de un sexto implicado en el asesinato de Alessandro Coatti marca un nuevo capítulo en la investigación de un crimen que impactó a Colombia, sacudió a Europa y dejó en evidencia los riesgos que enfrentan los turistas en el Caribe colombiano.
Un operativo conjunto entre la Policía Metropolitana de Santa Marta y la Fiscalía General de la Nación permitió la detención de otro presunto integrante de la banda responsable del asesinato del biólogo italiano Alessandro Coatti, ocurrido en abril de 2025.
La captura se produjo tras semanas de vigilancia e interceptaciones judiciales, en las que se recolectaron nuevas pruebas que vinculan al sospechoso con el crimen. Las autoridades han mantenido en reserva la identidad del capturado, a la espera de que se realice su audiencia de legalización de captura y formulación de imputación.
Este nuevo avance reafirma la hipótesis de que se trató de un homicidio premeditado, cometido por un grupo que usaba aplicaciones de citas para identificar y atraer a sus víctimas.
Un crimen planificado que terminó en tragedia
Alessandro Coatti, un reconocido biólogo molecular de 38 años, había llegado a Santa Marta con fines turísticos y de voluntariado. Fue visto por última vez el 4 de abril tras salir de su hostal. Se presume que acudía a un encuentro gestionado por medio de una app de citas.
Dos días después, su cuerpo fue encontrado desmembrado en diferentes puntos de la ciudad. La maleta donde estaban los primeros restos apareció cerca del estadio Sierra Nevada. Con el paso de las horas, otras partes fueron halladas en el barrio Minuto de Dios y a orillas del río Manzanares.
Un brazalete del hostal y pruebas biológicas permitieron su identificación. El informe forense confirmó que Coatti fue asesinado mediante golpes en la cabeza y heridas con arma blanca, y que el desmembramiento ocurrió después de su muerte.
Una banda criminal bajo la lupa
Las autoridades apuntan a una estructura criminal integrada por jóvenes que operaban desde barrios periféricos de Santa Marta. Usaban aplicaciones de citas para engañar a turistas, con el objetivo de drogarlos, robarlos y, en algunos casos, eliminar cualquier rastro de sus crímenes.
Hasta ahora, hay cinco personas detenidas por este caso: Brian Augusto Cantillo Salcedo, señalado como el líder del grupo; Oswal Moisés Ospino Navarro; Isaac Enrique Márquez Charris; Andrea Camila Berdugo Escorcia; y un quinto capturado cuya identidad permanece bajo reserva.
Con la captura del sexto implicado, la Fiscalía espera esclarecer por completo el papel de cada uno en el crimen. Las autoridades no descartan nuevas detenciones ni la vinculación de esta banda con otros hechos similares ocurridos en la región Caribe.
Impacto internacional y presión por justicia
Desde el primer momento, la familia de Alessandro Coatti siguió de cerca las investigaciones. Fueron ellos quienes proporcionaron datos de rastreo del celular del italiano, información que fue clave para ubicar a los responsables.
El caso ha tenido eco internacional. Medios europeos como The Guardian, Il Messaggero y The Times han informado sobre la brutalidad del crimen y las condiciones de inseguridad que aún rodean a algunos destinos turísticos colombianos.
Funcionarios consulares italianos han acompañado cada paso del proceso, insistiendo en que se llegue hasta las últimas consecuencias.
Santa Marta en el ojo del huracán
El asesinato de Coatti, ocurrido justo cuando Santa Marta celebraba sus 500 años, abrió un debate sobre la eficacia de las autoridades para garantizar la seguridad de los visitantes.
Aunque la ciudad es reconocida por su belleza natural y riqueza cultural, casos como este exponen la necesidad urgente de fortalecer el control sobre redes de delincuencia urbana que actúan bajo la fachada de encuentros sociales o románticos.
¿Qué viene ahora?
La Fiscalía imputará al nuevo detenido por los delitos de homicidio agravado, secuestro simple y hurto calificado, que podrían acarrear penas de hasta 45 años de prisión.
La investigación sigue abierta. Los fiscales no descartan que existan cómplices o que la misma banda haya participado en otros hechos violentos contra turistas.
Mientras tanto, la presión internacional por esclarecer el caso mantiene a las autoridades en alerta. El clamor por justicia sigue resonando tanto en Colombia como en Italia, donde familiares, colegas y ciudadanos exigen respuestas contundentes.
Un caso que marcó un antes y un después
La crueldad del asesinato, la participación de una red criminal y el impacto mediático que alcanzó en Europa convirtieron el caso Coatti en un hito judicial.
Más allá de una tragedia personal, el crimen abrió una grieta en la percepción de seguridad de una ciudad que lucha por mantenerse como destino turístico confiable.
Con una nueva captura, el proceso se reactiva, y las expectativas de justicia se renuevan. Pero también persiste la pregunta: ¿cuántos turistas más podrían haber sido objetivo de bandas similares?
El caso aún no ha dicho su última palabra.

