Dos venezolanos fueron asesinados en una trocha rural de Santa Marta. Las víctimas habrían sido citadas con el engaño de una supuesta venta de moto, según la principal hipótesis de las autoridades.
Las víctimas del doble homicidio registrado en la madrugada de este viernes 26 de julio en la vereda Puerto Mosquito, en Santa Marta, fueron identificadas como Oswaldo José Hernández, de 30 años, y Miguel Vita, ambos de nacionalidad venezolana. Los cuerpos fueron hallados con signos de tortura, múltiples impactos de bala y atados de pies y manos, en una zona de difícil acceso.
Según el testimonio de sus familiares, ambos hombres habían salido desde el barrio La Manga en el municipio de Ciénaga con la intención de comprar una motocicleta. Horas antes del crimen, habían sido contactados por supuestos vendedores a través de redes sociales o intermediarios no identificados.
La principal hipótesis que maneja la Policía es que se trató de un homicidio planeado. Las víctimas habrían sido citadas con engaños a una zona rural para emboscarlas y asesinarlas con sevicia. El hallazgo de su motocicleta abandonada cerca del sitio refuerza la versión de que no fue un robo, sino una ejecución violenta.
“Oswaldo era un joven trabajador, padre de dos niños pequeños. Migró desde Venezuela buscando una oportunidad y hoy lo estamos llorando por culpa de unos criminales”, afirmó con dolor su padre. La familia insiste en que no tenían enemigos ni relación alguna con actividades ilícitas.
Ambos hombres llevaban varios años radicados en el Magdalena, desempeñándose en oficios informales para sostener a sus familias. Su muerte ha causado conmoción entre la comunidad migrante venezolana en Ciénaga, que clama por justicia y mayor seguridad para quienes intentan rehacer sus vidas en Colombia.
Las autoridades avanzan en la investigación con apoyo de la Fiscalía. Aunque no se han producido capturas, se revisan cámaras, registros telefónicos y testimonios para identificar a los responsables.