El vehículo terminó parcialmente sumergido y, pese a la violencia del impacto y la distancia que recorrió antes de caer a la playa, sus ocupantes sobrevivieron de manera sorprendente.
El accidente ocurrió en la noche del miércoles 3 de diciembre|, cuando un bus que se desplazaba por la vía al aeropuerto chocó con fuerza la parte trasera de un automóvil y lo proyectó fuera de la carretera hasta la orilla del mar. El carro quedó atrapado entre la arena y el agua, mientras su conductor logró salir antes de que las olas cubrieran parte del capó.
De acuerdo con las primeras versiones, el bus viajaba a una velocidad superior a la permitida en un tramo donde normalmente los vehículos reducen la marcha debido a una curva y al tránsito constante de peatones. El impacto provocó que el automóvil se desestabilizara al instante.
Testigos del siniestro relataron que el estruendo del choque alertó a quienes se encontraban cerca, y varios se acercaron para auxiliar al conductor. El hombre, aún desorientado por el golpe, pidió ayuda mientras intentaba recuperar pertenencias del interior del vehículo.
Los daños materiales fueron severos: la parte trasera del carro quedó destrozada, varias piezas se desprendieron y el motor resultó afectado por la entrada de agua salada.
Personal de la Secretaria de transito y equipos de rescate acudieron a la playa para organizar la extracción del automóvil, revisar el estado de la zona y recopilar información que permita establecer con claridad cómo ocurrió el accidente. La maniobra de rescate tomó varios minutos debido al terreno y al peso del vehículo.
Las autoridades investigan si el accidente se originó por el exceso de velocidad del bus o si el conductor del vehículo afectado habría cometido alguna imprudencia o maniobra que contribuyera al choque. El automóvil ya fue retirado del lugar y no se reportaron heridos.

