El teniente coronel Rafael Granados Rueda fue atacado cuando regresaba a su vivienda en Popayán. Autoridades activaron un amplio operativo, anunciaron recompensas y rechazaron el crimen.
El asesinato del teniente coronel Rafael Granados Rueda, oficial de la Brigada contra el Narcotráfico N.º 3, sacudió este jueves a Popayán y encendió las alarmas de seguridad en el Cauca. El oficial fue baleado por sicarios en motocicleta cuando se dirigía a su residencia, y aunque recibió atención inmediata, murió en un centro médico debido a la gravedad de las heridas.
De acuerdo con el Ejército, el ataque ocurrió en horas de la tarde del 27 de noviembre, cuando el oficial “se desplazaba hacia su residencia y fue interceptado por sujetos armados que le dispararon de manera indiscriminada”. Uniformados que patrullaban el sector acudieron al punto del atentado y trasladaron al oficial a un hospital, donde falleció minutos después.
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, condenó el asesinato y anunció un plan de choque para dar con los responsables. “Hasta 200 millones de pesos de recompensa por información que nos permita identificar y capturar a los asesinos. No descansaremos hasta que los responsables sean ubicados y llevados ante la justicia”, afirmó el ministro. Agregó que se reforzaron las operaciones militares y policiales “para cerrar el cerco y garantizar la seguridad de la población en el Cauca”.
La Alcaldía de Popayán también activó un incentivo económico para apoyar la investigación criminal. Tras un consejo de seguridad extraordinario, ofreció “hasta 30 millones de pesos por información eficaz que permita dar con los autores del homicidio”, medida que busca complementar la ofensiva del Gobierno nacional.
Por su parte, la Tercera División del Ejército rechazó categóricamente lo ocurrido y calificó el hecho como un ataque directo a la institucionalidad. “Este cobarde asesinato constituye una afrenta contra quienes con honor y compromiso trabajan diariamente por la seguridad y estabilidad de la región”, señaló la unidad militar en un comunicado emitido horas después del atentado.
La institución también invitó a la ciudadanía a colaborar con las autoridades. “Solicitamos a la población suministrar información que permita la ubicación de los autores de este crimen y contribuya al avance de las investigaciones”, indicó el Ejército, que confirmó que sus tropas permanecen desplegadas en distintos puntos de Popayán.
El ministro Sánchez envió además un mensaje a la familia del oficial asesinado y aseguró que el Estado acompañará el proceso. “A la familia de nuestro oficial, toda nuestra solidaridad, acompañamiento y respeto en este momento doloroso. Honraremos su memoria con resultados contundentes”, expresó.
En la misma línea, el Ejército informó que dispuso apoyo integral para los allegados del uniformado. “Se realiza acompañamiento a la familia de nuestro oficial, brindando el apoyo necesario en este difícil momento”, indicó la institución, que mantuvo sus operaciones en la zona tras el ataque.
Mientras avanzan las investigaciones, las autoridades se mantienen en máxima alerta y continúan rastreando las rutas de escape utilizadas por los sicarios. “Activamos de manera inmediata los protocolos de búsqueda y reacción para evitar nuevas acciones criminales”, reportó la Tercera División.
El presidente Gustavo Petro, por su parte, calificó el asesinato como un crimen de guerra y solicitó un informe detallado sobre las condiciones de seguridad en los desplazamientos del oficial. El mandatario pidió acelerar los resultados para esclarecer lo ocurrido.
En Popayán y en el estamento militar, el crimen ha generado consternación y preocupación por el aumento de acciones armadas en el departamento. Las autoridades insisten en que el caso no quedará en la impunidad y que la ofensiva continuará hasta lograr la captura de los responsables.

