Las autoridades señalan que la masacre estaría ligada a la confrontación entre grupos armados.
El estallido de una ráfaga de disparos acabó con la vida de Luis Alberto Cantillo Mejía, Antonio José Peláez Álvarez y un tercer hombre aún sin identificar, mientras que Joaquín Segundo Cueto Mejíaresultó herido en un bar del centro de Ciénaga, donde un grupo de amigos departía. Según las autoridades, dos sicarios ingresaron al establecimiento y dispararon de manera directa contra la mesa donde estaban las víctimas.
Testigos relataron que los agresores actuaron en segundos y escaparon en motocicletas que los esperaban afuera, mientras los clientes corrían tratando de resguardarse detrás de mesas, carros y paredes. La zona quedó sumida en el caos hasta que llegaron las patrullas para acordonar el sector y atender a los heridos.
Investigadores revelaron que, junto a los cuerpos, fue hallado un mensaje escrito que hacía referencia directa a la disputa entre el Clan del Golfo y las Autodefensas Conquistadores de la Sierra (ACS), lo que reforzó la hipótesis de que el ataque fue un golpe selectivo dentro de esa confrontación por el control territorial.

El panfleto, ahora en poder de unidades de inteligencia, es comparado con amenazas previas atribuidas a estas organizaciones para establecer si corresponde a la firma real de alguna estructura o si fue utilizado para desviar la investigación.
Uniformados de la policía que llegaron al lugar indicaron que los casquillos esparcidos en distintos puntos del bar evidencian el uso de armas de alto impacto. Peritos examinan cámaras de seguridad de negocios cercanos para tratar de identificar las rutas de entrada y fuga de los responsables, que abandonaron la escena antes de la llegada de la Policía.
Las autoridades continúan con la recolección de evidencias y el análisis del panfleto hallado en la escena, mientras avanzan en la identificación del tercer fallecido y en la búsqueda de los responsables del ataque. La investigación sigue en desarrollo.

