El retiro de estas obras responde a una ola de censura que avanza en varios estados, donde autoridades educativas eliminan textos por abordar temas considerados “sensibles” en las aulas.
Dos de las obras más reconocidas de Gabriel García Márquez fueron vetadas del sistema educativo en Estados Unidos, según reveló la organización PEN America en su más reciente informe sobre censura literaria. Cien años de soledad y El amor en los tiempos del cólera figuran entre los títulos retirados de bibliotecas y programas escolares durante el año académico 2024–2025.
El documento, titulado La normalización de la prohibición de libros, expone que más de 3.700 títulosfueron removidos en 87 distritos escolares de 23 estados, en lo que la organización calificó como una “crisis sin precedentes para la libertad de expresión”. Los textos prohibidos incluyen obras que tratan temas de diversidad racial, identidad de género, orientación sexual o derechos de minorías.
Florida encabeza el listado con 2.304 casos de censura, seguida por Texas, con 1.781, y Tennessee, con 1.622. En conjunto, estos estados concentran más de la mitad de las restricciones registradas en todo el país, impulsadas por políticas de corte conservador que buscan regular el contenido disponible en las aulas.
Según PEN America, la censura no obedece a criterios pedagógicos ni educativos, sino a una campaña coordinada que “ha explotado los temores de padres y grupos políticos para ejercer control ideológico sobre la educación pública”. La organización advirtió que estas prácticas están normalizando un ambiente hostil hacia la literatura y la libre circulación de ideas.
El informe documenta 6.870 incidentes de prohibición durante el último ciclo escolar, cifra que duplica los registros del año anterior. Desde 2021, el total de libros eliminados de las escuelas estadounidenses asciende a más de 22.800 títulos, lo que evidencia una tendencia creciente en las restricciones literarias.
Entre los autores más afectados se encuentran Stephen King, Isabel Allende, Ray Bradbury y la escritora juvenil Sarah J. Maas. También fueron retiradas obras clásicas como La naranja mecánica de Anthony Burgess y una versión ilustrada del Diario de Ana Frank, eliminada de escuelas en Tennessee.
El fenómeno ha despertado críticas en sectores académicos, editoriales y culturales, que lo consideran un retroceso en materia de derechos y pluralismo. “Prohibir libros es una forma de silenciar realidades y borrar voces esenciales de la educación”, advirtió PEN America en su comunicado.
La entidad hizo un llamado a las autoridades federales y estatales para detener las políticas restrictivas y garantizar que las escuelas sigan siendo espacios de pensamiento libre. Mientras tanto, la censura literaria continúa expandiéndose, dejando fuera de las aulas a algunos de los autores más influyentes del siglo XX.

