El vehículo, identificado con los emblemas del movimiento político del abogado y precandidato presidencial, fue incinerado por hombres armados cuando se desplazaba entre los departamentos de Norte de Santander y Arauca. Las autoridades investigan si se trata de un acto de violencia política.
En la madrugada del martes 14 de octubre se registró un nuevo hecho de violencia que sacude el escenario político nacional. Un vehículo vinculado a la campaña presidencial de Abelardo De la Espriella fue interceptado e incinerado por un grupo de desconocidos en una zona rural del oriente colombiano.
El ataque ocurrió en el corredor vial que comunica los municipios de Chinácota y Toledo, en Norte de Santander, muy cerca del límite con Arauca. En el automotor viajaban el coordinador de la campaña en esa región, Juan Carlos Santamaría, y varios escoltas que lograron salir ilesos antes de que el vehículo fuera consumido por las llamas.
De acuerdo con los primeros reportes policiales, los atacantes portaban armas de fuego y obligaron a los ocupantes a descender. Posteriormente, rociaron combustible y prendieron fuego al carro, identificado con los logos del movimiento Defensores de la Patria, fundado por De la Espriella.
El coronel Jorge Bernal, comandante de la Policía de Norte de Santander, confirmó que la investigación avanza para establecer los móviles del hecho. “Estamos verificando si se trata de un acto de intimidación con fines políticos. No hay lesionados y se trabaja para identificar a los responsables”, declaró el oficial.
La víctima del ataque, Juan Carlos Santamaría, relató a medios nacionales que el vehículo era de su propiedad y que había sido adaptado con publicidad de la campaña. Contó que habían recorrido varios municipios durante semanas y que, al intentar ingresar a otro punto de recolección de firmas, fueron interceptados.
“Nos aparecieron varios hombres en motos, nos apuntaron y ordenaron detenernos. Luego dijeron que no podíamos seguir. Cuando logramos apartarnos, prendieron el carro. Gracias a Dios salimos con vida”, narró Santamaría.
Desde la campaña de De la Espriella se emitió un comunicado rechazando el atentado, calificándolo como un acto de “intimidación política injustificable” y advirtiendo que la violencia no frenará su trabajo en el territorio.
El hecho provocó una oleada de reacciones entre figuras del uribismo y sectores de oposición al gobierno. La senadora María Fernanda Cabal, también precandidata presidencial, expresó en su cuenta de X:
“Lamentable hecho terrorista contra la campaña de @ABDELAESPRIELLA. Nos solidarizamos con su gente que en Arauca está viviendo la violencia que el gobierno Petro ha permitido. Desde la oposición reclamamos garantías y no encontramos respuestas serias pero sí ataques por redes”.
A su vez, el expresidente Álvaro Uribe Vélez se pronunció en la misma red social y condenó el ataque, pidiendo medidas urgentes de seguridad “Nuestra solidaridad con el Dr. Abelardo De La Espriella y su equipo de campaña en Arauca. Se requiere toda la determinación en seguridad para detener esta violencia que de nuevo amenaza a la oposición”.
Minutos después, el propio Abelardo De la Espriella respondió con un mensaje directo en su cuenta oficial “¡Gracias, Comandante! Enfrentaremos el terror venga de donde venga, no nos arredramos, seguiremos adelante”.
Hasta el momento, las autoridades no han determinado si detrás del atentado se encuentran grupos armados ilegales con presencia en la zona, como el ELN, que históricamente ha operado en esa franja limítrofe.
El hecho reabre el debate sobre las garantías de seguridad para los movimientos políticos que adelantan campañas en regiones con alta conflictividad. Los organismos judiciales y de inteligencia continúan las investigaciones para esclarecer quiénes fueron los autores materiales e intelectuales de este ataque.
Por ahora, la campaña del abogado ha reafirmado que continuará con la recolección de firmas en todo el país, pese al intento de intimidación que, según sus voceros, busca sembrar miedo en quienes apoyan su aspiración presidencial.

