Israel y Hamás retoman el diálogo en Egipto con el plan de Trump sobre la mesa: crece la presión por un alto el fuego definitivo

Las conversaciones en El Cairo marcan un nuevo intento por poner fin a la guerra en Gaza. Aunque Hamás ha mostrado cierta apertura, los puntos más sensibles del plan estadounidense aún generan profundas divisiones.

Las delegaciones de Israel y Hamás volvieron a sentarse, de forma indirecta, en una nueva ronda de negociaciones en Egipto. Con mediadores de Estados Unidos, Qatar y Turquía, el objetivo es transformar la propuesta de alto el fuego del presidente Donald Trump en un acuerdo real que ponga fin a dos años de enfrentamientos en Gaza.

Fuentes diplomáticas confirmaron que Hamás aceptó parcialmente el plan de 20 puntos impulsado por Washington, que contempla la liberación inmediata de los rehenes, el repliegue gradual de las fuerzas israelíes y la transferencia del control político del enclave a una administración provisional. Sin embargo, el grupo palestino aún se niega a discutir el desarme, uno de los temas que más resistencia genera.

Desde la Casa Blanca, Trump aseguró que las conversaciones “avanzan mejor de lo esperado” y afirmó que “Hamás está haciendo concesiones importantes”. Pese a su optimismo, el mandatario presiona para que el acuerdo se concrete antes del próximo fin de semana, cuando el comité del Nobel de la Paz anunciará su galardón anual, un detalle que muchos analistas consideran un incentivo político adicional para el presidente estadounidense.

En Gaza, la expectativa es alta. La ONU confirmó que dispone de miles de toneladas de suministros listos para entrar al territorio si se decreta el alto el fuego. “Estamos preparados para actuar en cuestión de horas”, dijo Stephane Dujarric, portavoz del secretario general, destacando la urgencia de reactivar hospitales, plantas de agua y panaderías paralizadas por la guerra.

Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, expresó cautela ante el proceso. Aunque reconoció que el retorno de los rehenes es una “prioridad nacional”, reiteró que no retirará las tropas completamente de Gaza hasta tener garantías de seguridad verificables. Su posición choca con el esquema de retirada total planteado en el plan de Trump.

En medio de las negociaciones, familiares de los rehenes israelíes realizaron una vigilia frente a la residencia del primer ministro en Jerusalén. Entre rezos y pancartas, exigieron resultados concretos y recordaron que ya han pasado dos festividades sin la presencia de sus seres queridos, secuestrados durante los ataques de octubre de 2023.

Mientras tanto, el Kremlin confirmó que Vladimir Putin y Netanyahu discutieron por teléfono el plan estadounidense. Moscú defendió una solución “integral y sostenible” basada en el derecho internacional, e insistió en la necesidad de incluir a todas las facciones palestinas en el proceso de reconstrucción de Gaza.

Aunque el ambiente diplomático parece más favorable que en ocasiones anteriores, los mediadores reconocen que aún queda un largo camino. La desconfianza mutua y los intereses contrapuestos podrían frenar nuevamente un acuerdo que, de lograrse, pondría fin a una de las guerras más devastadoras y prolongadas en la región.

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