La Procuraduría General de la Nación sancionó con destitución e inhabilidad por 10 años a la patrullera Erika Judith Pérez Romero, tras comprobar que abusó de su autoridad y golpeó en el rostro con un bolillo al ciudadano Juan Sebastián Nova durante un procedimiento en Bogotá. El hecho ocurrió el 15 de octubre de 2024, pero solo se conoció en enero de este año, cuando el joven divulgó el video por temor a represalias.
En las imágenes, grabadas en inmediaciones del humedal Juan Amarillo, localidad de Suba, se observa el momento en que la uniformada, al notar que era grabada, lanza un golpe al joven mientras le grita: “Mire hacia allá. A mí no me esté tomando fotografías ni nada por el estilo”. Luego lo obliga a identificarse y le retiene el celular. Según Nova, fue retenido por casi dos horas y la agente intentó apropiarse del dispositivo. “Me dijo que si no iba por el celular al CAI antes de las 9 de la noche, me jodía”, relató.
El caso generó rechazo ciudadano y pronunciamientos institucionales. El alcalde Carlos Fernando Galán pidió una investigación inmediata, mientras que la Policía Metropolitana calificó la conducta de la patrullera como un uso desmedido de la fuerza e inició un proceso disciplinario. “No se puede tolerar este tipo de actuaciones en la institución”, afirmó un vocero policial.
Tras la investigación, el Ministerio Público concluyó que Pérez Romero actuó con dolo y excedió sus funciones legales, vulnerando los principios de legalidad y proporcionalidad. La Procuraduría Distrital de Juzgamiento calificó su comportamiento como una falta gravísima, lo que derivó en su destitución e inhabilidad para ejercer cargos públicos por una década.
“Esto no puede volver a pasar. Los ciudadanos tenemos derecho a registrar los procedimientos policiales”, dijo Nova, quien aseguró que su intención nunca fue provocar, sino protegerse frente a un trato que calificó como abusivo.